AURORA MAROTO. Nací, crecí y sigo viviendo en Madrid. Desde mi infancia ando lee que te lee, pero fue en mi adolescencia cuando por primera vez escuché cuentos de viva voz. Fue en una clase de literatura: entraron dos narradoras por la puerta y, una hora después, estaba fascinada. En ese mismo momento pregunté qué había que hacer para contar cuentos. Y en esas sigo, investigando, compartiendo, contando, abriendo una puerta de este oficio y encontrando una habitación llena de muchas puertas más.
Mientras desarrollaba mi formación para ser narradora de cuentos decidí estudiar el ciclo formativo de Animación Sociocultural, graduarme en Educación Social y realizar el Experto Universitario en Malos Tratos y Violencia de Género. Todo esto, claro, se nota en las historias a las que pongo voz. Cuento historias, cuentos, aventuras y leyendas para todo tipo de público. Actúo en festivales, centros culturales, bibliotecas, institutos, colegios, asociaciones, bares, o en la calle. En todas partes pero no en cualquier parte, porque un cuento que se vuelve palabra dicha requiere cuidado y respeto para poder echar a volar.
Estos son los espectáculos que trae:
Para público familiar, en las mañanas del 9 al 12 de agosto, en Granadilla.
¿Quieres que te cuente un cuento recuento que nunca se acaba? ¿Sí? ¡De acuerdo! Entonces acerca tus oídos con mucho sigilo para no despertar al gigante del Fi, Fa, Fo, Fu. Y no te preocupes, seguro que alguien nos ayuda. Puede que sea alguien que haya terminado ni más ni menos que con siete de un golpe, o quizá sea alguien pequeño como una legumbre. Pero ven, no te quedes con la incertidumbre.
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Para público adulto, a las 23,00 del miércoles 10 de agosto, en el Salón de la Casa de Cultura de Ahigal.
LUNA Y PELAJE
En la oscuridad de la noche, cuando la luna comienza su viaje, comienzan las transformaciones, los mitos despiertan a la vida y las leyendas ocurren. Los perros ladran, las mujeres abandonan el lecho, y en lo profundo del bosque se reúnen los hombres lobo. Si un escalofrío te recorre la espalda, recuerda que antes de ver al lobo, se lo barrunta.
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