La primera noche fue más familiar por dos razones: por un lado se les daba cabida a los niños, que podían ir acompañados de sus familias, y por otro los narradores fueron la gente del pueblo que se animó a contar (pudimos escuchar algunos de esos cuentos recogidos en el libro Los cuentos de Ahigal, contados por el recopilador José María Domínguez).
Para ser la primera vez, estuvimos disfrutando con los cuentos durante casi hora y media.
Aquí podéis ver algunas fotos de ese día.
El martes tocó el turno de Celso Fernández Sanmartín, narrador gallego (de Lalín), que nos hizo pasar un buen rato con sus historias de vida y sus canciones tradicionales al son del pandero.
El miércoles era el turno de Alicia Bululú, sevillana, que nos trajo cuentos de "Antes, al anochecer", que vinieron de distintas tradiciones: china, hondureña, nigeriana, irlandesa y española. Y nos encandiló con sus historias.
Terminamos estos días de cuentos con Alberto Sebastián, que vino desde Santander para contarnos cuentos de mujeres resueltas, empeñadas en ser dueñas de su destino. ¡Y qué versión de Caperucita más maravillosa!
Fue un placer poder disfrutar de estos tres narradores que vinieron de sitios tan distantes para traernos sus cuentos.
Nos encantó comprobar que hubo en las sesiones un grupo de adolescentes que asistieron la primera noche y no se perdieron ninguna de las que siguieron.
Ojalá el próximo año podamos seguir escuchando cuentos de otros narradores venidos desde otros puntos de España.
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